El Cabo de Ogoño, fue utilizado durante décadas por los arrantzales de Elantxobe como atalaya desde donde avistar ballenas. Y es que, contaban con unas vistas privilegiadas sobre el mar. Está enclavado dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Ésto le convierten en uno de los rincones con más encanto de los que hemos podido disfrutar.
Su trayecto, el cual discurre casi en su totalidad por el interior de un espeso bosque de pino y encina, nos ofrece una bonita ruta familiar, aunque con cierta dificultad por su terreno lapiaz y espesa vegetación, que combina a la perfección mar, montaña y ocio al encontrase su arranque en uno de los pueblos mas bonitos de Euskadi, Elantxobe.
La ruta circular, nos gratificó con unas vistas espectaculares del mar Cantábrico. También se puede observar la playa de Laga y el Cabo de Matxitxako desde la cima del Talaia. Eso sí, con precaución al asomarnos en los tramos más altos del impresionante acantilado, al que los amantes de la escalada retan día a día al borde del mar.
Además, cuando el frondoso bosque desaparece, deja paso a una resbaladiza piedra, creando así un tramo un tanto peligroso, así que, cuidado !!.
Ésta ruta se desvía 300 m (65 m de desnivel) hasta llegar a la cima que da nombre al peñón de Ogoño también llamado Atxurkulu. El Cabo de Ogoño, Mar y Montaña al mismo tiempo. Impresionante ruta familiar para poder llevar a los niños y tomarse después unos pintxos en el peculiar Elantxobe.
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