Este año hemos decidido acercarnos al Parque Natural de Redes, en la Cordillera Cantábrica y dentro del Principado de Asturias,  la cual promovió su declaración como parque natural con el fin de proteger sus magníficos bosques y sus recursos hídricos en 1996 y posteriormente, en 2001, fue declarado también Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Como es una parada en un viaje mayor, nos enfocamos en conocer las zonas más destacadas de la zona, y recoger información de otras, planes B, y diferentes rutas y temáticas.

En esta ocasión nos decidimos por conocer:

CUEVA DEVOYU – PANTANO DE TAMES

Fue declarada monumento natural en el año 2003. Se trata de una cueva de origen kárstico de unos 200 metros de longitud, horadada y atravesada por el río Nalón. Podemos observar la entrada del río en la roca caliza del puente Colorau, y la salida, en el puente Deboyu.

Entre sus valores naturales destacan ciertos elementos de la fauna asociada al medio fluvial, muy importantes por tratarse de especies indicadoras de calidad ecológica.

  • La nutria (Lutra lutra), incluida como “especie de interés especial” en el Catalogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias.
  • El desmán (Galemys pyrenaicus).

Están presentes además numerosas aves vinculadas al medio acuático como:

  • El andarríos chico (Actitis hypoleucos), incluido como “especie singular” en el PORNA,
  • El mirlo acuático (Cinclus cinclus),
  • El martín pescador (alcedo athis)
  • La lavandera cascadeña (Motacilla cinérea).

También sirve como refugio para diversas especies de quirópteros, entre las que destaca el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), catalogado como “especie de interés especial” en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias, además de otras especies como el murciélago de herradura mediterráneo (rhinolophus euryale), el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus).

RUTA DEL ALBA – CONCEJO DE SOBRESCOBIO

Aunque la mañana se presentaba un poco nubosa, y con cierta llovizna, decidimos partir desde Soto de Agues por una rutita de muy fácil andadura, y de gran belleza, la cual se ha convertido en uno de los elementos emblemáticos del Parque, además de ser declarado Monumento Natural en 2001. Baja dificultad, con unos 14 km de ida y vuelta (4-5h), entre las angosturas del río Alba y frondosos castañedos y algún que otro roble.

El paraje lo complementa la zona del Campurru, donde aún se conservan los cargaderos de la mina de hierro El Carmen, y las brañas de La Vega, encrucijada de caminos donde finaliza la pista para tomar camino hacia las Foces de Llaímo.

Se elevan altas paredes verticales de cuarcita y calizas, bordeando un arroyo torrencial en el que se suceden cascadas de hasta diez metros de altura, rápidos y pozos como los del Covallon, el Calvu, les Lleroses o la Sapera. Vemos también númerosos hayas, tejos, escuernacabras, mostajos y tilos que han conseguido sobrevivir en rellanos y fisuras de la roca.

También podemos ver equeños puentes de medio punto construidos en mampostería de piedra como el puente la Pontona, y el puente de la Resquiebra, que nos dirigen al final de las foces en la cruz de los Ríos, abriéndose repentinamente el paisaje a un paraje de praderas dominando por la frondosidad de los hayedos de Llaímo y las alturas de El Retriñon.

Tenemos que mejorar nuestra habilidades fotográficas.

No hemos conseguido retratar a las diferentes aves que nos acompañaron en la ruta. Los zorzales reales, charlo, alirrojo y común en búsqueda de bayas y lombrices, o el mito y el Carbonero palustre posado en las ramas de hayas.

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